Escrito en Roma entre 1977 y 1998 ,y publicado en 1999, La tumba de Keats conforma una autopsia de Roma, metonimia escatológica de la podredumbre de iglesia capitalista, de su banca, de sus ejércitos, de su burocracia, de su pancatolicismo nada cristiano. Desde su música profética y su expresionismo acumulativo, armados de piedad, rencor y memoria, sus versículos encarnan con realismo un proyecto poético iconoclasta que se revela en estos tiempos de desahucio como la mala conciencia de nuestra época.Así, desvaticanizando el capitalismo, ese sistema totalitario cuya crueldad se asienta en la debilidad moral de quienes somos sus beneficiarios, cómplices que apenas nos resistimos a la barbarie y la usura que habitan sus artes y sus ciencias porque así nos sentimos mucho mejor dentro de su organicismo neofeudal, la desolación superromántica de Mestre pretende construir con su vitalismo una renovada conciencia ciudadana.
Juan M. Molina Damiani
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