PROVINCIA
Día domingo, esquina de la luz, casa de los
cerezos,
los huéspedes del olvido hierven el agua de
los silencios,
el carbonero baja la cuesta con su carretilla
de imanes,
lleva las horquillas del pelo perdidas entre
los setos,
agujas de las modistas, llaves que no abrirán
ninguna puerta.
Día domingo, esquina de la luz, casa de los
cerezos,
pasa el cartero a beber ginger ale con su novia,
los predicadores sonámbulos anuncian la
salvación a las estatuas,
el gendarme lustra el charol de su gorra de
plato,
las hijas crecen como girasoles sobre el
tacón de los zapatos.
Día domingo, esquina de la luz, casa de los
cerezos,
los perros envejecidos cuidan el jardín
abandonado,
las buganvillas incitan al desayuno de las
abejas,
los aeropuertos están vacíos como una caja de
barbitúricos
cuando alguien busca en un libro la geografía
de un nombre,
el agua de un río finlandés para las gaviotas
sin puerto.
Día domingo, esquina de la luz, casa de los
cerezos,
pasan las ilusiones por la tabla de
multiplicar del cero,
pasan con guirnaldas de mayo las criaturas
que regresan del bosque,
los vendedores de periódicos sacan la cuenta
del tiempo perdido,
del tiempo ganado, del tiempo dormida para
siempre a tu lado.
Día domingo, esquina de la luz, casa de los
cerezos.
Alexandra Domínguez del libro Poemas para llevar en el bolsillo
Hermoso !!
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