El 8 de Febrero nace Elisabeth Bishop, hija de emigrantes.
Nace en Worcester, Massachusetts, Estados Unidos del Norte,
a unos cuantos kilómetros de la frontera con Canadá,
de lo que se deduce que es americana como otros astronautas,
hombres de Estado, jugadores de béisbol y escritores
célebres.
La familia materna anduvo pringada en negocios con barcos
veleros
y a su padre lo metieron pronto en el hoyo, así que poco
pudo hacer.
De niña compraba libros, leía cuentos de hadas mientras su
madre,
Gertrude Bulmer, enloquecía bajo el cielo azul de Nueva
Escocia.
Antes de cumplir los veinte ya se sabía de memoria Harmonium
de Wallace Stevens, una barbaridad para esos años, ir al
circo
del Emperador
de los helados en vez de quedar con chicos
y emborracharse un poco. A lo que íbamos, que a los 33
conoce a
Marianne Moore, ¡imagínate! ,y se queda flipada.
Vivió rodeada de ardillas como todas las poetas
norteamericanas
que duermen de pie en la aldea de las arquitectura moderna.
Luego anduvo por ahí, de un lado para otro, como todas
las que no pueden quedarse ni un momento quietas.
Hizo excursiones al Amazonas para conocer los aborígenes
brasileños. Amó a Lota de Macedo Soares y enseñó en Harvard.
Murió a los 68, en el otoño de mil novecientos setenta y
nueve
recordando al tío Neddy, a quién no conocía de nada.
Juan Carlos Mestre
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