ESPACIO PARA UN SUEÑO
Escondido repite,
por
cipreses y yedras, un pájaro su canto.
Celebra
la mirada
una
batalla con el tiempo esta tarde de otoño
incendiada
de nieblas. Y pensando en la Historia
-
una nube de polvo en el paisaje,
las
piedras estañadas por los tonos azules
que
ha dejado la lluvia en las almenas- ves derramarse el
tiempo.
En
la antigua arquería, los fragmentos
de
una inscripción indescifrable, poco a poco, se han ido
convirtiendo
en
pequeños reptiles disecados : la belleza aniquilada
que
aún asombra a tus ojos . Es el tiempo
que,
como los ríos ,huye
-
rehén de sus espejos-, al obsesivo espacio de cuanto no ha
vivido.
Si
debemos morir ¿por qué la vida,
sobre
cualquier lugar de la memoria, continúa esperándonos?
Aletargados
por el sol, decoran el silencio
cuantos
signos contemplas
Tan solo purifica
la
calma vegetal que respiras, el canto del jilguero
que
la enramada oculta . Así habitas su edad
llena
de sufrimiento ; la geometría invisible de su música eterna.
Los
malvarreales , centinelas de acequias
y
de ruinas, la claridad del humo
de
esta tarde de octubre, edifican el reino que recorres.
No sabes ya si vives,
o
si sueñas o has muerto y no te has dado cuenta .En sus
altares
lo
irremediable de la Historia es venerado .Nace de las orillas
de un infinito océano
la
luz cansada de cuanto te deslumbra. No otra cosa difunde
su
corazón ahora, que no sea la muerte
que
continúa latiendo.
Diego Jesús Jiménez
De su libro Itinerario para náufragos
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