miércoles, 30 de septiembre de 2015

Crónicas de Nueva York de Rosamel del Valle

 



      Y a propósito del "feo,pero agradable vicio de la copita", como dice Orlando Oyarzún, recordemos la anécdota de Chesterton e Hilaire Belloc. Discutían un día ambos escritores sobre las causas de la embriaguez y para llegar a alguna conclusión decidieron aplicar un principio de lógica.Bebieron una noche whisky con agua, y se embriagaron. La próxima noche optaron por el brandy con agua, y nuevamente se emborracharon. Una tercera noche se decidieron  por el gin con agua, y obtuvieron el mismo resultado. Entonces llegaron a la conclusión lógica de que como el agua era el factor constante, el agua tenía que ser también la causa de sus borracheras.

                                              Rosamel del Valle ,Crónicas de Nueva York

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