ACERO DE INVIERNO
Comamos el poroto desesperado y sin zapatos de la nacionalidad
traicionada,
el poroto de los gobiernos ultramontanos,
el poroto sin aliñar y sin pestañear de los asesinatos sociales y las masacres
con el Gran Capital extranjero a la vanguardia, cuartelazo y
amarillo como un fusilamiento, gritando la desesperación vecinal
y la caída de la República en las alcantarillas de la oligarquía,
entre patadas y sotanas,
el dolor del país poblado de mendigos y multimillonarios, poblado de espanto
y crímenes
y las parrandas encadenadas al farol popular del capitán esqueleto, que es
un ataúd debatiendo sus enigmas trascendentales.
Pablo de Rokha 1961