EL SEÑOR ROT
La gente que tiene casa suele barrer las hojas del jardín de su casa.
El señor Rot barre todas las mañanas las hojas del jardín de su casa.
La casa del señor Rot está pintada de blanco y tiene un magnolio a la entrada.
El señor Rot saluda los vecinos,
saluda efusivamente al repartidor de periódicos,
saluda al lechero y al vendedor de camarones de tierra.
Podría decirse que el señor Rot es un saludador profesional que barre las hojas del jardín de su casa.
Nadie hay en el barrio más experto en asuntos de saludo que el buen vecino Rot, barrendero de hojas del jardín de su casa.Un buen vecino es alguien que te trae por diciembre galletas de pascua y durante las vacaciones te recoge la correspondencia. El señor Rot separa en montoncitos las hojas, las que están todavía verdes, las que ya se han puesto amarillas, las rojas. Buenos días señor Rot, adiós señor Rot, hasta luego señor Rot.
El señor Rot es amable, el señor Rot es el padre de Rit y de mi amiga Rat. El señor Rot llegó a este ciudad a finales del cuarenta y cinco y desde entonces no ha hecho otra cosa que barrer las hojas del jardín de su casa. Barre por la mañana, barre al atardecer, durante la noche barre.
Aparentemente esta es la historia del señor Rot, padre de Rit y de mi amiga Rat.
Alexandra Domínguez
Del libro Poemas para llevar en el bolsillo